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Pandemias y migraciones:
La actual crisis sanitaria (y mediática) de la gripe porcina, pone en relevancia los estudios publicados en 2007 y 2008 por el Walsh Center for Rural Health Analysis de la Universidad de Chicago que estudian el impacto que las migraciones resultantes de una pandemia al producirse éxodos masivos desde las ciudades hasta o a través de las zonas rurales.
Según estos estudios, el grado de migración estaría altamente determinado por influencias externas, como las medidas oficiales de evacuación o el alcance mediático de las pandemias. Este estudio, realizado entre 1.505 adultos residentes de zonas metropolitanas estadounidenses, determina que entre un 77% y un 91% de residentes urbanos evacuaría su residencia ante una pandemia si el gobierno se lo pidiese. Quizás más interesante que este dato es el del porcentaje de habitantes que evacuaría la ciudad en contra de los planes de contención oficiales: 40%.
En ausencia de influencias externas (oficiales o de otro tipo), un 40% de la población urbana abandonaría su residencia. En áreas metropolitanas como Nueva York (19.8 millones de personas) o México DF (20.5 millones), estaríamos hablando de éxodos de entre 8 y 18 millones de personas.
En ambos casos, el 55% de los encuestados indican que migrarían hacia zonas rurales. La pregunta es: ¿están las megaciudades y las zonas rurales que las rodean preparadas para cubrir las necesidades de millones de habitantes urbanos desplazados?
Infraestructuras y medidas necesarias
Los estudios de la Universidad de Chicago apuntan varios problemas de infraestructura básicos, derivados de las necesidades de combustible, comida, agua y recursos sanitarios en zonas que ya de por si tienen problemas para abastecer a sus habitantes permanentes, y que se verían desbordadas en casos de migraciones masivas.
Para hacer frente a los movimientos poblacionales, los autores de los estudios recomiendan:
- El pre-establecimiento de centros de recibimiento y «triage» de evacuados que garanticen eficiencia en la utilización de recursos.
- El desarrollo de coaliciones en las comunidades rurales que faciliten la interacción entre los municipios / condados y con los centros urbanos.
- El desarrollo de estrategias efectivas de comunicación para incrementar la adherencia de los ciudadanos a las recomendaciones oficiales y evitar éxodos innecesarios.
- El desarrollo de modelos de predicción del número de desplazamientos, la dirección de los viajes y las características de los evacuados.