economia urbana

La zonificación de la era pre-industrial e industrial ha quedado obsoleta. Los nuevos obreros sólo necesitan de ordenadores y conexiones en red para realizar su trabajo, ya no tienen por qué concentrarse en cercanía a los centros de producción industriales. Esta nueva compatibilidad entre centros de trabajo y residencia debería traducirse en nuevos patrones urbanos de ciudades en uso 24 horas que integren viviendas y entornos laborales conectados. William J.Mitchell ya lo explicaba en 2005 en e-topía:

«En muchas partes del mundo, el efecto sobre el espacio residencial ha consistido en introducir patrones preindustriales en una era post-industrial. La forma clásica de la ciudad industrial de los siglos XIX y XX respondía a una organización concéntrica muy tosca: el distrito económico y de negocios en el centro, rodeado por un anillo interior de zonas industriales al que seguía un anillo exterior de frondosos suburbios residenciales, todo atado por un sistema de transporte público extensivo. Se aplicaba una rígida zonificación que diferenciaba las funciones comerciales, residenciales e industriales con el objetivo de separar actividades incompatibles, generando así enormes volúmenes de transporte.
En la era electrónica-digital, gran parte del trabajo es llevada a cabo por ordenadores portátiles y conexiones en red. Esto no genera ruido o polución, y no requiere necesariamente grandes concentraciones de trabajadores en un lugar, así que no resulta incompatible con el espacio residencial. Se abre, entonces, la posibilidad de generar nuevos patrones urbanos con texturas más finas de diferenciación espacial entre funciones: unidades residenciales/laborales de alta tecnología integradas en áreas urbanas de actividad 24 horas en lugar de suburbios periféricos, produciendo una drástica reducción en el uso de transportes de media o larga distancia (públicos y privados) y en favor de la peatonalización como modo de transporte.»

e-topía, William J. Mitchell, 2005